El Autistán y el autismo

  •   1. El Autistán es el «mundo de los autistas»: en resumen, se refiere a todo lo que caracteriza al autismo y a las personas autistas.
  •  2. El objetivo principal de la Organización Diplomática del Autistán es informar a los poderes públicos de los países para que conozcan mejor las necesidades y dificultades de las personas autistas, con el fin de «Tomar en Consideración Correcta el Autismo en Todos los Lugares» permitiendo la «Accesibilidad para las Personas Autistas Expuestas a Situaciones Discapacitantes«, con el fin de reducir las «Perturbaciones Socio-Generadas» (sensoriales, mentales u otras).
    Nuestra organización es «extranacional», no «interfiere desde fuera», ofrece contribuciones complementarias gracias a un abordaje muy amplio, diverso, diferente, que permite comparaciones y reflexiones muy útiles para mejorar las políticas públicas.
  • 3. Las personas autistas no sufren «del autismo»: sufren de las consecuencias de la falta de Consideración Adecuada del Autismo en Todas Partes, y por lo tanto de la falta de políticas públicas y medidas que permitan la accesibilidad reduciendo estas perturbaciones externas.
  • 4. Para lograrlo, es imprescindible empezar por entender que «el autismo» (que es una diferencia humana con muchas cualidades) es algo distinto de los «trastornos del autismo» (que son sólo problemas, objetivos o subjetivos).
  • 5. Las personas autistas deben poder «aprender el no-autismo» para vivir adaptándose a él, PERO sin conformarse, es decir, sin estar «obligadas a convertirse en no-autistas», porque hay que preservar las cualidades propias del autismo y evitar los numerosos y peligrosos defectos y trampas sociales, en particular la que consiste en crear autoestima a través del «posible juicio de los extraños», que impone una especie de «dictadura de la imagen social» que obliga a las personas a «brillar» (lo cual es absurdo, superficial y particularmente tóxico para los autistas).
  •  6. Es imperativo que las personas autistas no se vean obstaculizadas en sus intereses o emprendimientos (aparte de las reglas mínimas de comportamiento), que no se vean expuestas a restricciones, sobreprotección o privación de libertad a causa de su autismo.
    Esto es injusto y, sobre todo, impide cualquier desarrollo positivo.
    El desarrollo positivo de las personas autistas sólo es posible si pueden seguir «su propio camino de vida», que necesariamente no es ordinario, y que se verá favorecido por una multitud ilimitada de posibilidades, elecciones, oportunidades, experiencias, encuentros, aventuras, viajes, etc., y no por lo contrario: la restricción y la aridez de una vida aún más limitada y restringida que la de la mayoría de las personas no-autistas (que está muy «estandarizada y robotizada»).
    Por esta razón, es imperativo e imprescindible que los PADRES de las personas autistas sean «educados al autismo».

  • 7. La libertad y la experimentación son, por tanto, esenciales, y la comprensión de estos principios (entre muchos otros que podemos explicar y demostrar con detalle) es imprescindible para que la sociedad permita una vida mejor a las personas autistas: más libre, más justa, más plena, con el mismo nivel de posibilidades y oportunidades que las personas no-autistas, es decir, una «vida real», digna y feliz.
  • 8. Esto sería posible si se escuchara con atención a las personas autistas que pueden explicar estas cosas, y si los poderes públicos hicieran un esfuerzo y comprendieran que las modificaciones necesarias no son abusivas: son correcciones beneficiosas para toda la sociedad.
    Intentar concienciar y explicar estas cosas de forma convincente con ejemplos y pruebas «de la vida real»: ese es el único objetivo de nuestra organización.

Para más información: Autistan.org